"Tan tan.
Llaman a la puerta otra vez
Ya va.
¿Quién es?"
No te
esperaba.
Ingenuo.
Casi te había olvidado.
¿Me puedo
sentar?
Puedes
mirar conmigo a las cortinas,
sentir cómo
se acumula el humo de tabaco
o saltar sobre la cama mientras intento dormir.
Tengo sed.
Pareces
diferente.
Te quiero.
Deja el
whatsapp.
Ya no
tienes el aliento rancio de la última vez.
Tal vez era
sudor.
Hueles como alguien.
Eres idiota.
Quítame
las manos del cuello.
Siempre igual.
¿Quieres
un vaso de agua?
No quiero que me eches.
Yo solo
no puedo echarte.
Te
quiero.
Que no me toques.
No hay comentarios:
Publicar un comentario